Hola rebelde,
¿Vas notando cómo tu creatividad se expande? No es un milagro. Es práctica. Así de sencillo y a la vez así de complicado.
Antes cuando pensabas en una silla, lo primero que te venía a la cabeza seguramente era la clásica silla: 4 patas y un respaldo. Y si alguien te hubiera preguntado por el nombre de alguna silla, pensarías que está loco. ¿Nombre? Si es solo una silla.
Ahora tienes un diccionario de sillas en tu mente. Has visto patas diferentes, respaldos diferentes, sillas con formas diferentes. Ahora sabes que una silla no es solo una silla. Y también sabes que las sillas famosas tienen nombre.
Y esto es válido para cualquier objeto que tengas alrededor. Ve más allá de lo típico y disfrutarás más de las cosas que tienes cerca. Solo hay que mirar con atención.
Si no has recibido el correo con las instrucciones para el dibujo de esta semana, las puedes ver aquí (para saber de qué estamos hablando):
Mi dibujo del revés
Esta vez me apetecía hacer algo diferente. Ir más allá del muro.
Coger algo de la naturaleza y darle otro uso, transformarlo en una silla. Y así llegué a mi silla “Sentada en la Flor de la vida” (tiene nombre, claro).
He sido demasiado cuadriculada en mi vida y ahora estoy sacando el lápiz fuera de la zona de confort. Total, aquí no hay “está bien” o “está mal”, lo importante es la práctica y expresar lo que llevamos dentro.
Este fue mi proceso:
Para servirte de inspiración, aquí tienes la última tanda de sillas. Y ya va siendo hora de pasar a otra cosa…
Las rebeldes atrevidas
Las habituales repiten. Están comprometidas con la rebelión… y con la silla.
Vamos a empezar con el dibujo de Rosa. Comparado con los dibujos anteriores, estoy viendo el progreso y cómo poco a poco desarrolla su creatividad. Esto es solo el principio, pero con práctica se notará cada vez más.
Me gusta la asimetría. ¿Por qué una silla tendría que ser simétrica? Hay que hacerse preguntas y salirse de lo establecido. ¡Enhorabuena Rosa por ir más allá!
Cuando vi el dibujo de Pepe me quedé impresionada. ¡Pepe, todavía no hemos llegado a la clase sobre las ventanas!
Me encantó su atrevimiento. Está muy bien. Si estás ahí dibujando y lo disfrutas, ¿por qué pararte cuando hayas acabado la silla? Si te apetece, sigue. Hay que darlo todo. Me estoy viendo sentada allí mirando por la ventana.
¡Felicidades, estás hecho todo un rebelde!
María me comentó que encontró dificultades en dibujar la silla. Tenía muchas ideas pero no le salían como ella quería. Es normal, hace poco tiempo que cogió un lápiz para dibujar por primera vez.
Al principio puede que cueste dibujar algo inventado. Por eso hemos ido pasito a pasito en las últimas semanas troceando la silla antes de reinventarla por completo. Pero olvídate de la perspectiva o la perfección académica. Lo importante es dibujar y que se parezca a una silla. La práctica se encargará de lo otro.
Y aunque hizo varios intentos y estuvo a punto de romper sus lápices y no volver a dibujar en su vida, logró terminar uno de los dibujos que empezó. ¡Y menuda joya!
¡Una ola para María para que vea que no está sola en esto y que todas hemos pasado por esa frustración! Pero a pesar de eso, aquí seguimos, porque somos unas rebeldes.
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Es la última oportunidad que tienes de compartir tu silla.
El domingo nuevo reto
Ya tienes tu nueva silla. Ahora podemos pasar a reinventar la… no tan deprisa, dejemos algo para el domingo también.